Grabar con sonido directo queda realista y siempre es tentador, pero se debe tener cuidado. Hay que buscar un estudio o lugar silencioso, y tener especial cuidado en elementos mecánicos que puedan producir ruido durante el rodaje y en el personal técnico que debe guardar escrupuloso silencio. La ayuda técnica vendrá con la elección de micrófonos muy direccionales y configuración para captar las frecuencias que nos interesan (por ejemplo, voces de los actores) y aplacar o disminuir las frecuencias que no (por ejemplo, ruido de coches, o ambiental molesto). Por suerte, la postproducción digital en sonido es casi mágica y también podemos hacer grandes arreglos de problemas con ruidos no deseados en nuestras tomas, pudiendo los ingenieros de sonido "limpiar" totalmente la grabación.